Y no puedo evitar esstar sorprendido por la generosidad de Chávez al darle el Gobierno de Antigua y Barbuda, tristemente célebre por haber acogido Sir Allen Stanford y su banco Ponzi durante tantos años, en detrimento de muchos venezolanos de clase media nada mas y nada menos que 50 millones de dólares. Todos sabemos que a Chávez le gusta tener influencia en todo, pero que Antigua obtenga 50 millones de dólares. suena demasiado como un guiso para dejarlo pasar
En primer lugar, parece excesivamente generoso. En segundo lugar, el hecho de que a los venezolanos fueran robados por Stanford se debió en gran parte a lo laxo que fue el Gobierno de Venezuela con Stanford International Bank al cual permitió operar a voluntad en Venezuela. De hecho, fue el gobierno de Chávez que autorizo a Stanford adquirir una licencia bancaria que permitió su operaciones y así obtener respetabilidad y crecer en Venezuela. A pesar de ello, el Gobierno venezolano no ha asumido ninguna responsabilidad en la estafa y hay claramente vínculos que eran simplemente demasiado cercanos para obviar entre Stanford International Bank, el Banco de Stanford local y la administración de Chávez.
Pero, por último pero no menos importante, hay rumores persistentes de que el Gobierno de Venezuela envió dos aviones a la isla de Antigua justo cuando Stanford Internacional Bank estaba colapsando. Evidentemente, no tenían esperanza de recuperar el dinero propiedad de los robolucionarios, pero en esa etapa inicial, todo lo que querían, al parecer, entre ellos el propio hermano de Chávez, era que desaparecieran sus nombres de la base de datos. Según se informa, incluso el hombre a cargo de lavar la ropa sucia de Chávez, el General Carvajal se dirigió a la pequeña isla del Caribe en uno de esos aviones.
Así que, unos meses más tarde Chávez da Antigua y Barbuda EE.UU. 50 millones de dólares, más de lo que ha dado Haití, un país que realmente lo necesita. Difícil de creer que no hay conexión entre los «favores» recibidos y pagos por el tío Rico Mac Hugo
El Excremento del Diablo 
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